4 de marzo de 2009

10.

Hoy como tantos otros días, el silencio, mi silencio me ha llevado de nuevo a mis adentros, apenas me entre veo es como si me hubieran roto en mil pedazos, los mil espejos que me rodeaban, viéndome constantemente la joroba de bestia deforme, supongo que debe ser un paso, no lo sé, mientras me siento en mí misma, pienso.

Hay personas que creen que no amo, que no quiero dejarme amar, pero se equivocan tanto!!! lo único que sé es que no soy una persona fácil, ya sea por mi vida, ya sea por mis traumas, necesito paciencia mucha paciencia, tanta que jamás podrían llegar a imaginar, si, la han tenido, pero siempre acaba saliendo el sentimiento del amor en una de las mas puras de sus esencias, el egoísmo, claro, yo lo entiendo, no crean que no lo entiendo, uno busca su felicidad y admiro a las personas que tienen eso claro, pero yo no puedo, conmigo debería ser diferente, sé que no puedo exigir tanta paciencia, no!! seria injusta para la persona que espera por hallar su felicidad, pero tengo demasiados miedos, y miedo me da, la presión a la que somete el amor, soy como un niño pequeño cuando empieza a dar sus primeros pasos, va tambaleándose, da un paso hacia adelante y otro hacia atrás, así estoy yo, paso adelante, paso hacia atrás...

Y no se como evitar mantenerme en paso firme, porque mi cabeza no tiene solo un estado, me duele el llanto, tanto como la risa, puedo embarcarme como grumete en un barco lleno de piratas perversos, como puedo quedarme en un rincón asustada como un ratoncito, puedo hablar como político en plena campaña electoral, como puedo quedarme muda por completo, y cuando entro en ese estado solo se mandar pequeñas señales de auxilio, que nadie por una razón u otra logra comprender o tan si quiera ver.

A veces, últimamente mas de las que quisiera agarro una cuchilla, frío filo cautivador de mi lado oscuro, y comienzo a marcar esas señales de humo en mis muñecas, en ese momento, tengo dos pensamientos, "quisiera tener el valor, de hundirla mas adentro", "Auxilio, socorro que alguien me salve de mí!" a veces grito su nombre, pero ella no está, está allí, la imagino en su habitación, sola, llorando porque se le escapó su felicidad, y justo a ese pensamiento le acompaña un herida más, pero no puedo parar, ahora siento mi muñeca muy mal herida, empiezan las heridas a supurar, pero sé que no pararé, del modo que sea y cuando sea volveré a caer, gritando en silencio que alguien me salve de tanto dolor dentro de mi alma, que me salve de mí, con tiempo, con paciencia, y vuelvo a repetir, SI!! mucha más paciencia y con la paz que mi mente no logra ver jamás.

Pero es injusto, hay que hallar la felicidad, supongo que una parte de mí prefiere seguir hundida a tener a nadie atado a la injusticia que mi mente hace obligar.

Yoyo

4 comentarios:

  1. Llevo más de una hora leyéndote. Leía una entrada tras otra a pesar de que tendría que estar en la cama desde hace horas, pero no podía parar... hasta que me he leído prácticamente todo tu blog.
    Me he quedado como sin aire... no sé qué decirte, pero voy a intentarlo.
    Si te digo: "lo comprendo, me he sentido muy identificada y ..." sonará a algo casi preparado, pero intentaré decirte algo más:

    Mi vida no fue muy distinta a la tuya. También caí muy bajo, no había esperanza. Pasé años ingresada, sin esperanza ni para mí ni para los médicos, pero aquí estoy, luchando por mi vida y por mi felicidad.
    Sé que esto quizá no sea un consuelo en estos momentos, pero es lo único que puedo (o se me ocurre) decirte: hay esperanza, se puede ser feliz, se puede dejar el pasado atrás, se puede perdonar, podemos dejar las culpas a un lado... pero hemos de tomar una importante decisión: ser felices y comprometernos con ello, le pese a quien le pese, y a pesar del pasado.

    Quisiera poder abrazarte y darte algo de calor, de luz, de esperanza... quisiera enseñarte las cicatrices de mis cortes y de los puntos que en tantas ocasiones tuvieron que darme, y decirte que ahora no son más que cicatrices: marcas que recuerdan lo bajo que caí y lo mucho que tuve que luchar y aprender para salir y volver a ser feliz.

    Ojalá pudiera darte un cálido abrazo y que él sirviera para que te sintieras menos sola, más comprendida, y para que vieras que si yo estoy podiendo, tú no vas a ser menos.
    Creo que eres una mujer increíblemente fuerte y admirable. Puedes con eso y con mucho más, y mereces toda la felicidad del mundo.

    Por favor, lucha por ser feliz, no te rindas (además, la felicidad es preciosa...), y piensa que en la vida, al final lo que cuentan son los momentos felices, que hacen que la vida realmente valga la pena.

    Ya que tenemos el libre albedrío, yo elegí ser feliz por encima de todo lo demás, y lo estoy consiguiendo, o lo he conseguido, pero todos los días me recuerdo que eso es lo que realmente quiero (a veces los fantasmas regresan, pero somos nosotras las que decidimos "hasta aquí").

    No sé qué más puedo decirte... un abrazo fortísimo, y muchísimos ánimos.

    (Recuerda que en un sitio no muy lejano hay alguien con una historia similar a la tuya, que lo ha conseguido y te envía muchísimos ánimos, cariño y comprensión para que tú también puedas decir lo mismo algún día)

    ResponderEliminar
  2. Mi querida Yoyo, ¿Me permites se un tanto egoísta y pedirte algo? Cierra los ojos como yo durante un momento los tuve cerrados, después de leer tu intenso relato y la admirable respuestas que te ha dado nuestra a partir de ahora amiga (pues si te ha mostrado ese cariño también es mi amiga)Nel.la, y por un solo minuto percibe el abrazo que deseaba ofrecerte, y que se une a los que ya nuestra agradable amiga te ha ofrecido, pero ojo, abrazos de admiración y respeto, de apoyo y admiración, pues no es fácil luchar con nuestros monstruos internos, y conservar como bien lo permites dilucidar en lo duro de tus escritos, la esperanza de ser feliz. Hace algún tiempo te escribí que levantaras tu espada y siguieras adelante, ese es el principio de un verdadero Guerrero, las espada son sus emociones, sus pensamientos, sus sentimientos y actitudes, y cuando esta espada esta presta para la lucha hace ruido, nos pesa en las manos, sentimos los golpes, parece que se nos cae y quedamos completamente desarmados... pero en la lucha de la vida, cuando conservamos esa certeza, por mas pequeña que sea, de que queremos y merecemos ser felices y podemos lograrlo, no existe fuerza en el mundo capaz de provocar que la espada se aleje de nuestras manos, nunca la perdemos. Yo también deseo abrazarte mi apreciada amiga, hablar de cualquier cosa, hablar de cosas absurdas, preguntarte por ejemplo que también juegas al yoyo, y contarte de de joven era yo muy bueno en eso, que tengo tiempo que no consigo uno de buena calidad para presumir de ello, y para enseñar a mis hijos, ¿bobo verdad? si, lo soy, y es que encontré tanta sabiduría en los consejos de Nel.la, tanta empatía contigo en sus palabras, que los consejos mas serios, mas lindos, aunque no nos los estés pidiendo, los encontraras cada vez que de nuevo leas sus palabras, así como ella tanto te leyó a ti.
    Yoyo mi querida amiga, eres una gran mujer, y llegara ese momento en que todas esas cicatrices se convertirán en la sabiduría que quizá te lleve a aportar mucho de ti a la creación de un mundo mucho mejor, lo harás contigo, y a partir de allí muchas cosas alrededor, como en ola expansiva, mejoraran también, estoy orgulloso de aun a lo lejos, poder considerarme tu amigo. Por cierto, ya puedes abrir los ojos, tienes que despedirme por hoy ; )

    ResponderEliminar
  3. Yo pienso que, al igual que está en nuestra naturaleza sentir frío, dolor, calor, tristeza, amor... También tenemos dentro de nosotros, no sólo la capacidad de ser felices, sino que creo que el camino de la felicidad es el único camino que podemos seguir para realizarnos como personas y sacar todo el provecho posible de la vida.

    Tal vez te pase lo que a mí me pasaba, lo que me pasó durante casi toda mi vida (hasta no hace mucho), y es que era incapaz de sentir que yo merecía ser feliz. Creía que no lo merecía (era una creencia inculcada desde mi infancia, pero todas las creencia pueden llegar a cambiarse). Con los años (y el piano, que me ayudó más que cualquier terapia) empecé a pensar que "a lo mejor sí...", pero hasta que no lo creí en lo más profundo de mí misma, que fue cuando volví a quererme a mí misma, no pudo entrar la felicidad en mi vida (inconsiente o conscientemente no lo permitía, y si entraba por "error" luego la caída era estrepitosa).

    Mi psicólogo me dijo, después de abrirle con lágrimas mi corazón (la primera vez que lloraba en una consulta y le contaba todo aquello que más me dolía, no desde la distancia, sino desde el corazón), que ahora mismo no importaba lo que me hubiera pasado, que eso yo lo sabía y yo tenía que encontrar la paz en ello, y que lo más importante, lo que él necesitaba escuchar, era que yo quería vivir y ser feliz AHORA. Con lágrimas en los ojos, por primera vez en mi vida, no intuí que merecía ser feliz a pesar de todo, sino que lo sentí en lo más profundo de mí misma, y se lo dije con firmeza: "quiero vivir y se feliz", y con eso a él le bastó, y a mí también para comprender que por fin había roto con mi pasado (tal vez no al 100%, pero sí en la manera que más me dolía en el día a día) y me tocaba ser feliz...

    No fue fácil llegar a eso, pero estoy segura de que tú también puedes llegar, y que cuando de verdad sientas en lo más profundo de ti misma que mereces ser feliz (es como si una enorme luz de repente iluminara desde dentro todo tu ser), entoces la felicidad podrá ir entrando en tu vida.

    Un abrazo fortísimo.
    Espero nos mantengamos en contacto.

    ResponderEliminar
  4. Ah dejado abandonado el blog yoyo!
    Yo la extraño!

    :(

    Espero ver sus escritos pronto.

    ResponderEliminar

Gracias por regalarme unos minutos de tu valioso tiempo.
Besos
Yoyo