28 de enero de 2009

Manos De Seda

El crujir de la mecedora, recordando, recordando... el vaivén de su sonido pintaba sueños pasados, meciendo señuelos de una sonrisa placida esperaba tranquila la llegada de los sábados, a veces a causa de las canas que enmarcaban su dulce cara, llegaba el miércoles y agarraba el auricular de finas voces lejanas, la impaciencia le temblaba y marcaba los números… siete, uno, cero … al otro lado, una voz contestaba:
-Si, quien es?
-Soy yo, como está la nena?, tiene colegio? Verás, crees que sería posible, que la mandaras? es que… esto… necesito que me haga un recado…
y el auricular se colgaba…

Al otro lado del hilo de la esperanza, de la cuerda que le daba aire, la nena, una punzada sentía clavada al escuchar:

-No es posible, tiene mucho que hacer, el sábado por el amor de dios, no sea impaciente!!!

Ella sabía, no la necesitaba, ni recado, ni platos por fregar ni nada… solo la añoraba, y ella en silencio lloraba.

Llegado el tan ansiado sábado por un lado las piernas corrían, por el otro las piernas temblaban, y en la mesa esperaba leche, galletas y pastas.

Sonaba el timbre, suave como todo lo que habitaba en ese hogar y como la brisa que roza el mar la pequeña mano tocaba la vieja puerta… tan añeja pero tan tierna… y entonces, al otro lado del caserón se oían los ruidos lentos de su caminar.
Se abría la puerta, y entonces, se fundían los dos cuerpos en un abrazo de amor y de sinceridad.

Pasaba la tarde, entre besos y miradas cómplices, consejos y caricias, esperanzas y melancolías….
Y ya llegando la hora de la partida, la escena se repetía… una a los pies, arrodillada y con la cabeza en el regazo de la otra que se mecía y se mecía…

Ahora aun puedo sentir sus manos de seda acariciando mis cabellos mientras me decía:

-Todo pasa, todo pasa… mi pequeña y dulce mariposa de ámbar.

Yoyo

20 de enero de 2009

Valentía acobardada

A veces quisiéramos tantas cosas, que se nos llena el alma de esperanzas, a veces ilusas, a veces inadecuadas, por tiempo, espacio o daños pasados.

Quisiera cerrar estos malditos ojos, que viven en las sombras ocultas de mi verdad, detrás de los que me guían en mi mal trecha realidad, cerrarlos para que no oscurezcan a los otros que son aquellos que en la cara están mostrando una risa a tiempo, con un optimismo que se levanta todas las mañanas, y que incluso a veces a mi me resultan patéticos, porque no son más que un intento desesperado de huir del pasado, de tantos recuerdos que me hieren el alma, cada una de esas cosas, que son como gusanos habitando en mi estomago, que suben y bajan, por mi esófago, llegando a mi mente, y destruyendo pensamientos, pensamientos que al fin y al cabo son los que me dan esa fuerza que nadie entiende, después de haber estado en mil batallas.

Pero lamentablemente caigo continuamente cuando la voz del dolor toca a mi ventana, la abre dejando al descubierto el frío del pasado, los arañazos de la infancia y el sonido de grito silenciado.

Fuerte? cuanto quisiera ser como soy en mi andanza por la tierra, pero no, no es brisa, ni viento pasajero, es un huracán que atraviesa mi pecho clavándome puñales de hielo, y en mi mente el cargo de una conciencia que no me pertenece, y camino queriendo un cariño que no me han entregado, y soy fuerte en la medida de lo que se me ha entregado, una fuerza acobardada pero que aun así es la que por ahora me ayuda a mantenerme en pie, porque soy incapaz de decirle, vete de mi vida, no me hagas mas daño, porque solo el sonido de su boca, arrebata en mi cabeza, trayéndome vías positivas en colores que no se agotan y que siguen vivos para hacerme daño, una boca que antaño me escupía, palabras demenciales y saliva de lagartija.

Fuerte quisiera ser cuando al decirle lo que tanto daño me hace, sus lágrimas de hiel, al caer no quemaran mi conciencia. Por momentos soy león y en otros un asustadizo pajarito, solo con ella, con quien jamás se debería una persona de asustar, quien me dio la vida, y que también me la puede quitar!!!

Tiempo, es quizás a lo que tanto me aferro, yo, mi interno y mi conciencia, sabremos el momento en que mi débil fortaleza no decaiga ante sus garras de asesina sin alma.

No pido que aguanten mis debilidades, pido solo un espacio de tiempo, en el que yo solo puedo ayudarme, un espacio en que lograr mantener su mirada, ya será una vencedora batalla.

Ser fuerte? como? si solo encuentro obstáculos que arrasan la columna de papel, por la que voy escribiendo solo tres palabras…. ¿Dónde estás Madre?
Yoyo

14 de enero de 2009

8.

No hay mejor canción que pueda decir mejor lo que siento....

10 de enero de 2009

7.

Después de tener durante unos días mi diario abandonado, "por necesidad interna", después de haberme mirado al espejo, de haber escrito mil cosas que después con ayuda de las teclas "supr" o "Del" han ido directamente a la papelera de reciclaje, de pasear bajo la lluvia, de mirarme las muñecas, de mirar hacia delante y hacia atrás y de nuevo volverme a mirar en ese espejo, no me reconozco en esa imagen que se refleja, no soy la misma, algo ha cambiado en mi interior, es extraño, me siento extraña, soy otra? soy yo?, no lo sé, ni me importa.. como puede ser? que ha sucedido, si!! sé que ha sucedido, me lo digo una y otra vez, para no olvidarme y que no vuelvan a debilitarme las rodillas al caminar.
He comprendido que me he pasado la vida que llevo vivida intentando llenar el vacío tan grande que tengo en mi interior, con flores marchitas. Flores que jamás florecerán, porque donde nunca hubo semilla, nunca podrá una flor germinar, y duele, duele mucho, pero he comprendido que debo de luchar por llenar ese vacío con flores en todo su esplendor, otras que no tienen el mismo color, que no me une a ellas lazos de estirpe, pero que son tan valiosas o más si cabe que las de sangre, por lo tanto haré con todas esas flores un pacto eterno, y las meteré dentro de mí y me llenaré de ellas, para que así este vacío no esté tan vacío.... y pensando esto, me siento por primera vez respirar.