3 de junio de 2009

27.

Siento que llega el momento, el preciado momento que mi demonio ansia, y cada vez su oscuridad se hace más clara, todo es incomprensible, los esfuerzos totalmente vanos, la amistad la muerte de mi verdad, el amor descendiente incoherente, ingrato, a veces creo que molesto en la vida, que soy un simple trapo, con el que secar las lágrimas de múltiples ojos inclusive los míos, nada tiene lógica o razón, el egoísmo gana, la paciencia y el amor se apagan, el odio por las cosas va en aumento y la soledad la progenie de mis pensamientos, las personas que alabo son ángeles disfrazados, nada de nada curará esta herida que en mi niñez se abrió y que por alguna razón hace unos meses se abrió en forma de desfiladero, arenoso, hiriente y titánico, nada logrará taparlo y por más que mi loca desesperación por ver la luz me aferre a tantos imposibles, en el fondo de mi ser solo hay una verdad.



He hablado y he comprendido que no vale decirnos que somos buenas personas, porque no hay nadie tan bueno ni tan malo, ni yo misma, porque el ser humano no es perfecto, ni si quiera la perfección es buena, pero hacer entender eso cuesta esfuerzos que ni uno mismo se imagina, cuando los oídos receptivos están más cerrados que los míos, de que me vale luchar por lograr un objetivo si habrá otro que lo mortifique, de que me vale intentar dar una educación si recibo miradas de odio y rencor, de que sirve aferrarse a la vida, si todo lo que hay a mi alrededor me trae una muerte indefinida, de que me vale anhelar algo mejor, si en un pasado mi propia progenitora se encargó de aislarme de un futuro, de que me sirve aceptar ese pasado si siempre vuelve contoneándose con aires irónicos y con la peor maldad que muy pocos han conocido.

Quiero creer continuamente que tengo el derecho de una vida mejor, pero cada día es más pésima esa razón, quizás estoy luchando contra un destino que me marcó al nacer, porque si, las personas marcamos nuestro destino, pero yo siempre intento hacer las cosas con esfuerzo y empeño y en nada obtengo ni un mínimo de recompensa, no soy de las que esperan algo a cambio, soy de aquellas que se sientan y piensa que un día llegará, porque si tengo alguna virtud, es la paciencia, pero la brecha abierta de mi interior supura la lava de todos los años atrás y es como si esa paciencia haya dejado atrás los pequeños rayos de esperanza y se hubiera sentado a esperar solamente a ver explotar ese volcán que atormentado sacude mis entrañas.

Yo sé que nadie me puede entender, que quizás me vean deprimente por mis continuos mensajes de dolor y lastima, he buscado la forma de explicarlo, pero no encuentro la manera ni las palabras de hacer salir lo que siento dentro de mí, solo puedo decir, que este sentimiento es demasiado fuerte para mí, me doy cuenta de ello cuando siento que de mis ojos ya no salen las lágrimas, cuando siento que no me importa ya nada, cuando veo que de mi rostro se apagaron las sonrisas, inclusive aquellas que ocultaban tristezas, lo noto, cuando me pongo a mirar y ya no veo nada a mi alrededor, viendo todos esos sentimientos y estados anímicos, me doy cuenta que estoy en el más grande de los abismos y que no hay cuerda, ni persona, ni árbol tan siquiera donde poder agarrarme a ese algo incierto de mi mañana.

Yoyo

3 comentarios:

  1. Yoyo... ¿loca? creo que razonas con una claridad estupenda, cielo... deja este momento desesperado y toma el papel y escribe, saca todo escribiendo niña, todos los abismos son enormes... por eso no se ven las cuerdas pequeñas... pero las hay.

    Mil besos y muchíiiiisimo ánimo, todo el que tengo hoy para tí

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  2. Me gustó lo que dice Silvia... todos los abismos son enormes... de hecho la imagen que pusiste me hacen pensar justo en eso. Y en lo que escribes.

    Sin animos de hacerte sentir peor, creo que si alguna vez senti vacio, no tengo idea de que se sentira estar tan herido, tan dolido... al grado de querer dejar todo porque simplemente ya no ves ninguna otra salida. Y me lo imagino, y tengo una noción, pero no lo se sabes?. No por eso te tomo de loca, solo creo que realmente si yo estuviera en una situación extrema tal vez tendría los mismos pensamientos. Pero creo que como tú, porque se que lo haces, tambien trataría de ver esas cuerdas pequeñas como dice Silvia.

    En fin Yoyo, ¿te parece si brindamos? Un tequilita... yo invito y si no tomas... con agua fresca como lo hace todos los días mi mamá. Levanta el vaso, y dice salud.

    Yo te digo salud, por el placer de haberte conocido. Pues tus letras me reconstruyen.

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  3. Yoyo... mi querida amiga... en esta ocasión tan solo deseo respetar tu dolor, sin consejos ni puntos de vista que en ocasiones son también egoístas, pues no se ubican desde el dolor real que día tras día manifiestas, y de la valentía con la cual luchas contra todos esos "demonios" de los cuales nos hablas.
    Rogare por tus fuerzas, porque nunca te abandonen. Buscare en mi correo ocasionalmente la posibilidad de alguna noticia tuya. Espero me puedas obsequiar ese honor.
    Sabes algo? me he planteado una futura visita a España, que agradable sería tener la oportunidad de compartir algún café.
    Gracias por tu amistad. Gracias por tus palabras siempre llenas de afecto y cariño hacia mi persona. Con tu permiso, y desde mi propia fe, rezaré porque en la próxima curva del camino, encuentres lo que te permita saber, que puedes y debes seguir adelante, y que te felicitaras por ello.
    Gracias mi siempre querida L...

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Gracias por regalarme unos minutos de tu valioso tiempo.
Besos
Yoyo