6.

Quiero pensar, que un día todo será diferente, que mi mano dejará de temblar, que mi respiración será continua y tranquila, que el sueño me acogerá todas las noches, sin manos sobre mi cuerpo que me despierten a media noche, sin el ahogo lagrimoso del grito insonoro fruto de infantiles caminares, y que el cielo abrirá para mi una nueva puerta de armonía y aunque el paso pasado haya desgastado el subconsciente del presente, que los andares del futuro sean fuertes y de alegres pasos como los de una niña, quizás como los de esa niña que debí ser y que a fuerza de mirar siempre hacia abajo, se acostumbraron a caminar arrastrando las suelas del pánico, ahora en este presente tan lleno de desencantos busco a tientas todos los días esa sonrisa que me ayuda a no dejarme caer al pozo que vive en las profundidades de mi misma, no penséis que por dolor o tristeza no, si no porque dentro de mi misma, es el único lugar donde me siento segura, ahí donde nadie conoce mi corazón, donde nadie puede hacerle daño, donde existe la luz, los sueños, las alegrías, las hadas, los elfos, todos los colores y los bosques encantados, ahí donde permanecen las personas que mas he querido y que hoy, por ser fieles a la ley de la vida, ya no están conmigo, ese lugar que me tienta siempre a volver pero que aun así me obliga a agarrarme a la cuerda que hacia arriba lleva el agua como símbolo de la esperanza y de un futuro incierto pero con sueños y sendas por recorrer.

Un beso a los que me siguen y muy en especial a Mario Alonso, que siempre está presente con una palabra y/o frase de alivio, apoyo y esperanza y que con tan buen agrado acojo en mi regazo.

Yoyo